20.4.11

La llegada del General


Tocaron a la puerta, mientras Mimí se sacudía la falda y la camisa para recibir al General Ballesteros.

- Buenas tardes ¡ El general Ballesteros y sus hombres se presentan, por favor abran la puerta.

Marga tragó saliva, he hizo un gesto con la mirada a Mimí de consentimiento. Mimí asentó con la cabeza, y dijo:

- No demores más este momento, y abre la puerta.
- De acuerdo, Mimí. – dijo Marga.

Cuatro hombres bien uniformados irrumpieron en la casa de Tía Manuela registrando cada rincón. Justo después, el General Ballesteros entró y en ese instante los hombres de Ballesteros trajeron a Mimí cogida fuertemente por el brazo.

- Es a ésta ramera a la que anda buscando, verdad?- dijo uno de ellos.

Llevaban una década sin verse. Él la recordaba como el primer día, tan guapa, tan sensual, tan frágil y a la vez tan fuerte.

Ella fijó su mirada en los ojos negros de Ballesteros. No sentía rencor, ni rabia, aún a pesar de saber que la muerte de Gerardo había estado orquestada por él.


Sin estar a menos de 1 metro, él la abofeteó dejándole la comisura del labio sangrando a medio pelo.

- Salgan de aquí, ahora mismo – Dijo el General.
- A sus órdenes mi General – Y sacaron a Marga agarrándola del brazo y empujándola hacia la puerta.

Los ojos azules de Mimí hervían en sangre lavada por las lágrimas que los bañaban y en ese momento el General dijo:

- Cuantos años llevo soñando con este momento, cuanto tiempo imaginándote en brazos de ese Hijo de Puta, cuantos años perdidos y ahora ganados, habla zorra, que tienes mucho que contar – Caminaba alrededor de ella marcando con gran desdén la suela de sus botas negras mientras apretaba con sus largos dedos la cara de Mimí y sin apartar la mirada de sus ojos a los suyos.



- Si no dejas de apretarme la boca, no voy a poder hablar, mi General – dijo Mimí entre suspiros y llanto.

Antoni Pitxot i Soler (Figueres, 1934) "Desnudo Femenino"