Vida de coral, sueños de hada, burbuja de olvido.
Ahora sí, si que puedo tropezar y seguir acordándome de ti
porque no me cuesta seguir pensando, querido amante y enemigo,
que no volverás a dormir en mis curvas, a respirar entre mis pechos,
a navegar en mi piel desgarradora, rugoso acantilado, que de nostalgia vive.

Sentimiento reprimido dormirá en la mujer que llevas dentro.
Amarradas tinieblas se ocultarán en tu corazón silencioso,
nudos marineros unen tus sentimientos con los del centro.
Dibuja, sueña, recuerda, añora, sí, tú corazón tedioso,
que por mucho que intentes salir de ésta escena bucólica,
no podrás librarte de lo que fuiste cómplice y actor,
de lo que fuiste a lo que eres y de pena mueres.