Hoy cumples años.
Sabes que nunca he acertado en los regalos de cumpleaños, vaya qué estupidez la mía¡¡ Ya sabes que yo y el comprar tampoco es que nos lleváramos muy bien, vamos ni nos llevamos. Cosas de la vida, cómo cambiamos; recuerdo que con veinte años era una de las cosas que más me gustaba hacer pero fíjate tu como cambia el cuento, bueno las prioridades. Y ahora como una de las cosas que más me gusta es escribir, pues he decidido hacerte un regalo en forma de palabras.
Muchas veces oía decir que las personas aparecen en tu vida por pura coincidencia y no más. Mira que habremos tenido conversaciones de esto, ehh¡¡ Pero yo como siempre a lo mío...aunque he de decir que poco a poco fuiste comprobando que estaba en lo cierto, supongo que se debe a la apertura, a la tuya digo..., no? Para mi el tiempo, el aprendizaje y la experiencia me han ido demostrando que las coincidencias dejan de ser coincidencias cuando te das cuenta de que el ser humano es pura y llana energía que se mueve en el universo de la existencia. Creo que todas y cada una de las personas que aparecen y desaparecen de algún modo en nuestra vida, vienen a enseñarnos algo de nosotros, a enviarnos un mensaje, a mostrarnos aquéllo que no queremos ver pero el tiempo nos lo muestra lo queramos o no. Que bien lo sabemos, verdad?
Recuerdo un mail que recibí a mi correo hace así como cinco años de una red social de conocer gente en el que me escribías diciendo que eras nuevo en la ciudad y blablablá. Y yo como buena chica accedí a enseñarte la ciudad. Fíjate que de eso pasamos a ser pareja. Y mira si éramos diferentes que acabamos viviendo juntos, caminando juntos, aprendiendo juntos, y definitivamente diciéndonos adiós juntos, Qué coincidencia, verdad?
Si algo he admirado de ti y admiro es tu forma en cómo has enfrentado la vida y cómo sigues haciéndolo. Tu capacidad de salir a la superficie, de escuchar, de abrirte a la vida aunque en situaciones casi te la llevas por delante; de todo el dolor que te producía enfrentarte a tus fantasmas y cómo esos fantasmas de algún modo también se enfrentaban a los míos y que gracias a ese encuentro entre fantasmas hoy hayamos sabido convertir nuestra ruptura en la mejor de las opciones posibles, y eso sólo, sólo nos los debemos a nosotros mismos, a nuestra voluntad de, en vez de querer que ganara el ego, ganase el amor.
Sabernos que el amor no es lo que todo el mundo cree que es, sino abrirse a desprenderse cuando las cosas se sienten que no son, que no funcionan, que no van.
Hemos sabido transformar todo esto, en la mejor amistad posible y ahí está la grandeza.
Gracias por haber puesto todos tus miedos a merced del verdadero amor con todo lo que esto conlleva, que no es poco. Gracias, gracias y mil gracias por haber sido una de mis mejores coincidencias, nuestro mejor regalo.
¡¡ Happy-Bday, zanguango¡¡
Pd.- No perdamos nunca la sonrisa, nunca....¡¡ :-)